IoT: El internet de las cosas

IoT: El internet de las cosas

¿Se imaginan levantarse por la mañana y que una máquina nos prepare un café con leche y tostadas, abra las persianas de la casa, y nos ponga la música que deseamos? o ¿calles equipadas con sensores que detecten los aparcamientos libres que hay en la ciudad y te envíen un mensaje al celular para alertarte de dónde hay lugar y así evitarte estar una hora dando vueltas en busca de lugar libre? La mayoría de nosotros debería poder recordar numerosos ejemplos de películas, series televisivas y hasta de libros de ficción. La tecnología ha cobrado enorme importancia a lo largo de la historia, tan así que actualmente forma parte de nuestro día a día y es protagonista en cada uno de los momentos cotidianos de nuestra vida.
 
 
El Internet de las cosas (IOT en sus siglas en inglés), propuesto por Kevin Ashton del MIT en 1999 se define como la manera en que los objetos se conectan unos con otros, con nosotros y con la red. Básicamente consiste en equipar a los objetos que forman parte de nuestro ambiente cotidiano de sensores y sistemas de transmisión de información, con los que pueden identificarse, comunicarse entre ellos y desde luego con las personas para informarnos de los cambios con múltiples propósitos.
Desde los clásicos dispositivos como smartphones, notebooks, tablets, televisores; hasta electrodomésticos de uso cotidiano como lavarropas, heladeras, microondas.
 

Ya existen numerosas empresas que han dotado de sensores y GPS su flota de vehículos para optimizar rutas, neveras capaces de detectar qué productos faltan y comprarlos de manera online e incluso granjeros que colocan en sus animales implantes para medir constantemente los signos vitales de los animales, de manera que puede saber en todo momento como esta el rebaño o sus movimientos o lo que comen.
 
Como era de esperarse, Google es parte de todo esto, y uno de sus aportes a la causa es «Brillo», que de acuerdo al portal «The Information», se trata de un sistema operativo especial, que probablemente sea lanzado bajo la franquicia Android, y que tendrá unos requerimientos de memoria notablemente inferiores, entre 32 y 64 megabytes. A medida que los electrodomésticos se vuelven más inteligentes, los fabricantes incorporan más y más hardware a sus diseños, pero el software debe ajustarse a nuevas reglas. Las pérdidas de rendimiento no son una opción, y si debemos comenzar a actualizar sistemas operativos en refrigeradores y lavadoras, el panorama de la Internet de las Cosas será muy oscuro. Si las optimizaciones sobre Brillo son lo suficientemente profundas, Google podría haber resuelto ambos problemas en una sola jugada.
 
 
Obviamente hay mucho para mejorar aún, pero surge un problema vital que habrá que resolver con prontitud, la seguridad. Cuando esto comience a expandirse de manera notable, comenzarán también a aparecer las personas malintencionadas que querrán tratar de molestar, o incluso ganar dinero con lo que hacen. Por mas drástico que suene, podrían tomar el control de nuestro hogar simplemente con un click, por lo tanto los sistemas de seguridad informática tendrán que avanzar de la misma manera que todos estos nuevos sistemas inteligentes que llegan a las cosas que nos rodean.

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