Epidemias Publicitarias

Epidemias Publicitarias

 La dinámica de la publicidad está determinada prácticamente por la dinámica de la comunicación. Esto no es nuevo, pero si constituye un nuevo desafío continuo para las marcas y agencias que quieran estar en el momento justo, ante la persona indicada, lo cual es premisa fundamental de la publicidad.

Los medios y formas de comunicación avanzan rápidamente y se sustituyen, combinan y renuevan para adaptarse a las necesidades siempre crecientes de comunicación. Por esta razón, las agencias necesitan absorber esa dinámica y flexibilizar los procesos de creación, para poder darle a las marcas el lugar indicado. Hoy, de nada sirve pararse delante del consumidor y obligarlo a ver un hipnótico mensaje que lo haga actuar en contra de su voluntad. La opinión del consumidor cuenta, así como también también la opinión de los círculos cercanos al individuo de marca. Esto significa que ya no hay que convencer a uno sino también a su círculo. Tampoco esto es nuevo, pero si se ha condimentado con la exposición y la posibilidad que tienen los usuarios o consumidores de opinar directamente sobre la marca, y así evangelizar (positiva o negativamente) sobre cierto aspecto del producto servicio u organización.

El boca a boca sigue siendo aún hoy la herramienta más efectiva de comunicación porque de alguna forma el mensaje siempre está legitimado. Los nuevos medios han potenciado esto y así como nos han permitido generar contenidos virales, también se pueden convertir en epidemia.

Una epidemia publicitaria es muy fácil de lograr y basta con que una marca de un mensaje equivocado sobre sí misma, prometa más de lo que puede ofrecer o utilice el medio menos conveniente para hacerlo. La forma más segura de evitar las epidemias es estudiando en profundidad al público, sus reacciones, gustos, preferencias, opiniones y relaciones. Conocer a quien le hablamos y a quien podemos hablarle siempre fue importante, pero hoy se hace aún más explícito porque todos, marcas, agencias y público, podemos ver lo que pasa y muchas veces hasta estar de acuerdo o en desacuerdo con alguna situación sin ser partícipes directos. Basta con que alguien se exprese.

Por otro lado, las epidemias también son necesarias si la marca pretende crecer y fortalecer sus defensas o puntos débiles. Nadie mejor que los propios consumidores para darnos una visión más real sobre lo que estamos ofreciendo.

Lo importante sigue siendo la honestidad, y la claridad para resolver cualquier situación que se presente porque es inevitable que se presenten. Siempre habrá un cliente disconforme y uno que nos ame, pero lo que hay que tener claro es que la afinidad es el resultado de una operación muy simple; Expectativa – (menos) realidad, dónde la expectativa está dada por las marcas y agencias, y la realidad por los consumidores.

Darío Franchi
Social Media Manager en PIMOD
Twitter: @Dario_franchi


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