Cyberbulliying, no me molestes.

Cyberbulliying, no me molestes.

Todos nosotros durante nuestra vida, estuvimos presentes en alguna situación de bulliying. Cuando yo iba a la escuela, molestar a un compañero de clase haciéndole la vida mucho mas tediosa no poseía un término concreto, se le llamaba “lo agarran de gil” o “lo cazan de pinta”, pero no estaba institucionalizado como tal.
 
Yo no hacía mucho bulliying en mi etapa escolar y liceal pero debo admitir que tampoco me ponía a defender a quien lo recibía. Creo que en aquella época se tomaba como algo natural, como una rara manera de proseguir con la selección natural que proponía Charles Darwin en sus estudios. Es decir,  al que se lo molestaba hasta el hartazgo no tenía mecanismo de defensa más que pelearse o aguantársela, no quedaba otra.
 
Con el correr de los años, este fenómeno trascendió las fronteras de un salón de clase, de un grupo en un club deportivo o la esquina de tu casa jugando con tus amigos del barrio. Ahora, se hace por Internet, de manera impersonal. Pienso que existen varios factores que influyen en esto.
El primero que quiero señalar, trata de cómo el anonimato influye a la hora de escribir sobre alguien que no conocemos personalmente. Esa libertad inspira a muchas personas a decir cosas que a un conocido no le diría, ya que la red social le permite expresarse sin que ello tenga contraparte alguna, como por ejemplo, el caso del niño argentino Juan Sánchez
 
 
Más allá de que es muy extraño y divertido ver a un niño realizando un collage de tela rodeado de mujeres mayores de 50 años y encima tenga la voz parecida a una señora, si no fuese por medio de las redes sociales ni la mitad de las personas hubiesen llegado a él con chistes sobre cómo se comporta o qué dice.  
 
Esta digitalización del bulliying trae aparejado otro gran problema. Quien es acosado por más que no más entre a internet, no tiene manera de cortarlo, lo que ya fue subido a la web se mantendrá allí aunque él quiera o no.
 
Para frenar este fenómeno creciente a nivel mundial, en Finlandia se creó KiVa.
KiVa es un acrónimo de la palabra Kiusaamista Vastaan, que significa “contra el acoso escolar”, donde mediante clases guiadas en las escuelas, los maestros instruyen a los pequeños alumnos cortando el problema de raíz, es decir, desde la niñez.
 
 
 
Pienso que este es un problema muy difícil de solucionar, pero si ponemos un poco de cada uno, se puede disminuir a futuro. Muchas Gracias y nos vemos en la próxima entrega de Gracias Mark! 

Comments

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