¿El fin de la producción publicitaria?

¿El fin de la producción publicitaria?

En un artículo anterior hablamos sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en la industria de la publicidad.

En él comento que la IA está incidiendo en cómo se construye una idea, mensaje o campaña publicitaria.

Si hoy analizamos lo que implica producir una campaña de publicidad, una parte importante del trabajo tiene que ver con producir, es decir: filmar, fotografiar, diseñar, animar. Darle vida y forma a las ideas.

En el contexto de la inteligencia artificial vale preguntarnos cómo afectará este campo específicamente a la producción publicitaria.

Es aquí que quisiera referirme al concepto de GANs (en inglés) o RGAs: Redes Generativas Antagónicas. Se trata de una clase de algoritmos de inteligencia artificial que se utilizan en el aprendizaje no supervisado. ¿Qué es esto? Básicamente, y a modo de ejemplo, es una técnica que permite generar imágenes fotorrealistas de personas o paisajes sin que jamás esas personas o paisajes hayan existido.

Esto puede aplicar a la creación de imágenes para diseño industrial, de interiores, de ropa y complementos, o hasta elementos surrealistas. Pero digamos, creando contenidos como si fueran realistas, pero sin que nunca hayan existido.

Desde el punto de vista técnico se trata de algoritmos que le permiten a dos redes neuronales competir entre ellas mismas para aprender y evolucionar por sí solas. Se trata de dos sistemas de inteligencia artificial interactuando entre sí para diseñar con creatividad propia cualquier clase de imagen e incluso sonidos tan reales que pueden tomarse como si se hubiese hecho por una persona real.

Para tratar de simplificar esto vale un ejemplo.
Recientemente un laboratorio en Finlandia construyó un sistema que permite analizar miles de fotos reales de celebrities, reconocer patrones comunes y crear imágenes nuevas que parecen similares pero que son distintas.

Estas imágenes son creados por las computadores de forma autónoma, sin necesitar de procesos humanos. Es decir, no son personas reales. Nunca han existido.

Para entender un poco más cómo se da el proceso acá se puede ver la evolución del procesamiento de una foto, que se va creando desde la comparativa y superposición de miles de fotos similares pero no iguales.

Otra aplicación de este tipo de tecnologías podemos verla con el experimento que realizaron en agosto de 2018 un grupo de estudiantes en la Universidad de Washington, logrando poner palabras que nunca existieron en la boca de Barack Obama:

El resultado aún no es perfecto, pero el rápido desarrollo de las RGAs y de otras técnicas apuntan a un futuro donde será cada vez más fácil generar imágenes, sonidos o videos de situaciones que nunca existieron antes.

Esto aún está en fases muy iniciales, pero la proyección es que esta tecnología pueda ser de enorme ayuda para crear interfaces de sistemas, juegos, animaciones, y cualquier otro formato visual. Todos trabajos que hoy son realizados por desarrolladores o productores humanos.

Ahora vale preguntarnos ¿cómo afectará el desarrollo de esta tecnología a la producción publicitaria? Ciertamente surgen muchas incertidumbres en torno a esto. Sería necesario fotografiar un paisaje, con los costos que esto implica, si en cambio podría entrar en un sistema, poner palabras con las que describa el paisaje que quiero, y se autogenere. Lo mismo podría pasar con un sonido o hasta con un audiovisual.

Sigue pareciendo algo lejano y de ciencia ficción, pero atención. Quizás no lo es tanto.
A estar atentos!

Pablo Buela


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