Nómadas digitales

Nómadas digitales

Desde la invención de la agricultura, los humanos hemos tendido a asentarnos en un lugar fijo que nos permita asegurarnos la comida mediante técnicas de cultivo, versus la anterior dinámica nómade de caza y recolección. Pero gracias a los avances de la tecnología, desde hace unos años estamos viendo resurgir el nomadismo de la mano del trabajo remoto.

Una de las formas de trabajo remoto más conocidas es la del freelancer, es decir, un trabajador independiente que recibe pedidos de empresas y los lleva a cabo desde su casa o cualquier otro lugar, enviando avances o el producto final.

Esta modalidad se popularizó entre los diseñadores y desarrolladores web, que rápidamente notaron que podían generar una buena cantidad de ingresos sin tener que pagar por un espacio de oficina. Pero luego se le sumaron los redactores, traductores, locutores y un sin fin de profesiones que pueden realizar sus tareas con una computadora y quizás algún equipo más que pueden pagar como inversión (una cámara, micrófono, etc).

La aceleración de la velocidad de internet, tanto banda ancha como móvil, y la creación de portales de trabajo como Upwork, Toptal, SimplyHired, y otros, generaron redes de trabajadores y clientes que impulsaron aún más este tipo de mecánica. Tanto así que muchas personas empezaron a notar que podían combinar viajes con trabajo y así comenzaron a popularizarse las comunidades de nómadas digitales, donde se dan consejos prácticos a la hora de emprender esta aventura. Muchos lo hacen temporalmente y para otros ya es un estilo de vida.

Pero no hace falta ser un trabajador independiente para formar parte de este grupo: WordPress (la plataforma donde corren 25% de los sitios web del mundo) pertenece a la empresa Automattic que tiene el 100% de sus empleados distribuidos en 43 países. Muchos de ellos trabajan desde sus casas, otro desde un bar, un co-work o viajando por el mundo.

Y no son los únicos que eligen esta forma de trabajo que les permite contratar a los mejores talentos alrededor del mundo sin que tengan que mudarse para poder acceder a sus puestos. También mejora la calidad de vida de los trabajadores que pueden elegir dónde y cuándo trabajar. Eso sí, la comunicación es fundamental para lograr la cohesión del equipo.

Con tantos autos en las calles, transporte público saturado y una ciudad que crece cada vez más hacia los suburbios, deberíamos preguntarnos si el desplazamiento a una oficina es realmente un requerimiento de los puestos que tenemos, o simplemente una costumbre. Seguro no trabajaremos todos desde casa de la noche a la mañana, pero podemos comenzar con un día a la semana, o al mes, para evaluar su viabilidad. Sin dudas es un beneficio que muchos trabajadores valorarían y, según la experiencia de quienes ya lo hacen, además mejora la productividad.

Clarisa Lucciarini
Planificadora estratégica en PIMOD
Twitter: @clarisalu


Comments are closed.